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lunes, 27 de abril de 2009

Interrail, la mejor forma de viajar en verano

Poco a poco se va acercando el verano y los preparativos de las vacaciones estivales. Llegan las reservas, los nervios, las prisas y la falta de dinero. Cientos de jóvenes no saben qué hacer. El interrail es la solución.
Un viaje demasiado programado en ocasiones es sinónimo de aburrimiento, de gastos excesivos y de falta de imaginación o de riesgo. Los jóvenes, y los no tan jóvenes pero sí atrevidos, echan de menos la elección de una ruta distinta que les permita moverse cuando y como les apetezca, sin tener que sufrir por los precios y las reservas de hostales a última hora. Una ruta que les ofrezca la posibilidad de conocer varios lugares de una sola vez.
Una de las opciones más atractivas es el Interrail. Un billete de tren. Entre sus ventajas se encuentran la de poder ir a más de 30 países europeos, pudiendo pasar hasta un mes viajando, sin límite de edad y con precios flexibles. Este estilo de viaje fue creado en el año 1972 como modo de desplazamiento para todos los jóvenes menores de 21 años, y con poco dinero en sus bolsillos. Sin embargo, con el paso del tiempo ha ido convirtiéndose en todo un recurso para la improvisación, de la mano de un abono que permite a cualquier persona aventurera, y con un presupuesto limitado, desplazarse por el Viejo Continente.

El primer paso que debe darse es la selección de los países que pretenden visitarse y cuántos días se permanecerá en cada uno de ellos. Las posibilidades son muy variadas pero se aconseja escoger lugares cercanos entre sí para que sea más fácil y rápido desplazarse de uno a otro. Aunque el viaje es libre de realizarse según las preferencias de cada uno. Tomada esta decisión, lo ideal es comprar el billete, en Renfe, cuyo coste variará dependiendo del número de días que se lleve a cabo el Interrail. La última tarea es planear, o no, las actividades que se pretenden llevar a cabo en cada ciudad.

Muchos mochileros, llevan como único equipaje una bolsa y la mínima cantidad de ropa. Además prefieren aprovechar el largo viaje en tren para dormir en lugar de contemplar el paisaje, y si no utilizan como cama cualquier sitio público. Otros viajeros se decantan por la reserva de albergues para la juventud, que son una red de hostales a nivel internacional, en los que se puede dormir bajo techo a un precio reducido, gracias a un carnet de alberguista. Para comer, la cosa también es muy sencilla. Llevar en la mochila toda la comida que se pueda y que no tenga una rápida fecha de caducidad ayuda en los gastos económicos, y un buen supermercado puede salvar a tiempo de una necesidad alimenticia o higiénica.
El Interrail es un viaje para personas independientes dispuestas a pasárselo bien sin tener todo un plan asegurado, para aquellos que no sufren por no comer, ducharse, o dormir demasiado bien, para los que tienen ganas de vivir aventuras y viajes inolvidables e improvisados. Merece la pena hacerlo si se cumple alguna de estas condiciones.
















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