El terremoto que tuvo lugar en Los Abruzos ha dejado sin vida a 207 personas, 15 desaparecidos, 100 heridos graves y más de 70.000 personas sin hogar. Esta noche la tierra volvió a temblar. L´Aquila, su capital, nunca llegó a ser muy famosa. Ahora se ha convertido en el centro de atención.
A las 3.32 de la madrugada de ayer, la zona centro de Italia, a unos 80 km. de Roma, la capital del país, se veía sacudida por un imprevisto seísmo de una magnitud de 6.3 en la escala Richter. Más de 26 pueblos cercanos al epicentro, a unos 10 km. de L´Aquila, se han visto afectados gravemente. La mayoría de ellos destacaban por su antigüedad, e incluso sus estructuras medievales como es el caso de la capital de Los Abruzos. El resultado ha sido cientos de víctimas, calles destruidas y edificios derribados, lo que ha dejado una región completamente devastada.
A pesar de que parecía que ya todo había pasado, se han vuelto a sentir nuevos temblores en suelo italiano, el último de ellos a las 19.50 horas de esta tarde y con un seísmo de magnitud de 5.6, y nuevas estructuras se han visto afectadas, sin una aparente repercusión en la salud de los ciudadanos. Ante este aliciente, se prosigue en la búsqueda de las personas desaparecidas bajo los escombros de miles de casas y edificios.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se ha desplazado hoy a la región de Los Abruzos y ha declarado día nacional de luto tras evidenciar el estado de emergencia de la zona el día anterior, y ha llevado a cabo el balance del seísmo, que incluye a 207 personas sin vida, de las cuales 17 todavía no han sido identificadas, 1.000 heridos, de los cuales un centenar se encuentran en estado grave, 15 desaparecidos y más de 70.000 personas sin hogar.
L´Aquila, ciudad medieval situada a menos de dos horas en coche de Roma (italiano), cuenta con una población de 72.000 habitantes oculta tras unos muros. A pesar de esta cercanía con la capital italiana, la capital de la región de Los Abruzos se caracteriza por no ser un atractivo turístico. Ahora, la mayoría de sus iglesias y monumentos históricos, como la iglesia de las Santas Almas, o las basílicas románicas de Sta. Maria de Collemaggio y S. Bernardino, dejan ver sus desperfectos tras el suceso.
Los extranjeros (entre ellos españoles) están siendo devueltos a sus países lo más rápido posible y a los italianos que han perdido sus hogares a causa del seísmo se les está acomodando en tiendas de campaña en los centros deportivos de L´Aquila. Muchos de los habitantes prefieren estar al aire libre. Se sienten más seguros.
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