Destinos interesantes, impredecibles, exóticos, cosmopolitas y muy de moda te invitan a conocerlos. ¿A qué esperas?

lunes, 23 de marzo de 2009

Las casitas de chocolate

Mientras pedaleas en una bicicleta, comes un helado, tomas una cerveza, o simplemente paseas por las calles de Brujas sin rumbo fijo, tú también puedes ser el protagonista de un cuento.

Brujas. Pequeña ciudad situada en la parte noroeste de Bélgica. Su idioma es el neerlandés, pero la mayoría de sus habitantes no tiene ningún problema en hablar en inglés. Su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una de las ciudades más atractivas de Centroeuropa. Gran parte de su arquitectura es medieval. Fácil de recorrer a pie y de ver en medio día. Merece la pena visitarla.

Brujas es una de esas ciudades a las que se va sin conocer mucho sobre ella pero se regresa encantado con lo que se ha visto. Eligiendo el verano como estación ideal para ir de visita, no se debe hacer un plan estricto a seguir. Brujas es una ciudad fácil de recorrer en una tarde. Los agobios no son buenos compañeros. Debe primar la tranquilidad.

Andando por sus estrechas calles llegamos hasta la Catedral de San Salvador , edificio en el que aún se pueden descubrir vestigios del siglo XII. Con un jardín en su exterior y obras de arte en su interior, se erige como uno de los edificios que dominan el perfil de la ciudad. Pero si de verdad queremos contemplar una construcción medieval, debemos acercarnos a la plaza Burg. En este lugar se encuentran la Basílica románica de la Santa Sangre, una antigua escribanía renacentista, el palacio Brugse Vrije (centro administrativo actualmente) y el Ayuntamiento, construido entre 1376 y 1420, uno de los más bellos edificios de Brujas.

Cuando se trata de mezclarse con el ambiente, no se puede dejar de visitar la plaza principal de Brujas, el Markt. En este lugar se encuentra el campanario de la ciudad, símbolo del poder y la libertad medieval. Lo rodean edificios góticos y casas que llaman la atención por sus llamativos colores. Si se espera hasta la noche, la plaza se vestirá de luz y color gracias a las farolas, y entonces llegará el momento de sentarse en una de las terrazas más próximas y degustar sus famosas cervezas de sabores afrutados. Cereza, fresa, naranja o manzana. Tú decides. La fiesta en Brujas es todo una apoteosis gracias a las ofertas en la bebida de trigo y cebada.

Queda claro entonces. Los imprescindibles de Brujas son:

1.- Alquilar una bicicleta por si se te cansan las piernas.

2.- Pasear y descansar en calles y parques.

3.- Montar en barco por sus canales.

4.- Probar sus ricos helados.

5.- ¡Beber mucha cerveza!

Y para los que quieran comprar regalos, las figuras con forma de casa típica de Brujas y los conocidos bombones de chocolate belga son las mejores opciones.




1 comentario:

  1. Me enamoró Brujas, fue la ciudad que más me gustó de las que vi de Bélgica. Es mágica, parece que te transporte a otra época, y eso que yo fui en pleno febrero y con un frío que pelaba. Desde luego, no cuesta entender la obsesión con ella del personaje de Ralph Fiennes en "Escondidos en Brujas" (In Bruges), una buena película si se busca recordar la ciudad

    Pilar

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